¿Por qué este proyecto?
El proyecto nace de la experiencia de 30 años investigando y formando en la normalización de las pérdidas y la muerte en la educación social, familiar y escolar.
Estos años nos han demostrado que, cuando se vive teniendo en cuenta la impermanencia y la finitud, la vida cobra otro sentido. También hemos comprobado cómo los niños y las niñas viven las pérdidas y la muerte de una manera natural, ell@s apuestan por la vida y viven en el presente con el único objetivo de sacarle todo el jugo a los días. Son pequeños investigadores, son filósofos que se hacen preguntas, están aprendiendo a vivir y necesitan toda su energía para ello. Si l@s adult@s los viéramos desde esta perspectiva, podríamos aprender mucho de ellos y ellas.
Es un proyecto para que los niños y niñas de entre 5 y 11 años puedan despedirse creativamente de las cosas, situaciones, personas y mascotas. El objetivo es ayudar a las familias y educadores/as a atravesar estas situaciones de pérdida o muerte de una manera consciente, generosa y saludable.
Son cuentos donde se muestra cómo cada niñ@ protagonista ha atravesado el duelo, en ellos se propone una acción ritual y compartida.
Los ritos, que es algo que ha perdido su valor en la actualidad, son muy importantes para todos, pero especialmente para los niñ@s porque cierran y abren etapas de la vida.
Y compartida porque cualquier dolor se atraviesa mejor si no nos sentimos solos.
Está comprobado que cuando podemos “cerrar” las situaciones de pérdida con una buena despedida, los duelos son más llevaderos. Cuando algo acaba, algo empieza.
Un cambio de enfoque
El Proyecto se enmarca en la filosofía de la Convención sobre los Derechos del Niño (CDN). Los derechos de la infancia se basan en cuatro principios fundamentales:
- La no discriminación: todos los niños tienen los mismos derechos.
- El interés superior del niño: cualquier decisión, ley, o política que pueda afectar a la infancia tiene que tener en cuenta qué es lo mejor para el niño.
- El derecho a la vida, la supervivencia y el desarrollo: todos los niños y niñas tienen derecho a vivir y a tener un desarrollo mental y emocional adecuado.
- La participación: los menores de edad tienen derecho a ser consultados sobre las situaciones que les afecten y a que sus opiniones sean tenidas en cuenta.
Este Proyecto contiene cuatro ideas educativas fundamentales para un desarrollo mental y emocionalmente sano del niño/a:
- Educar para la autonomía y la independencia
- Educar para las pérdidas y la muerte
- Educar mentes indagadoras y cuestionadoras
- Educar desde la vinculación a la Naturaleza
Aporta dos innovaciones importantes en los recursos para el duelo para la infancia:
- Implica a la familia
- Los protagonistas son los niños y las niñas.
Y hace cinco reivindicaciones morales:
- Saber del valor sentimental y espiritual de las mascotas
- Recuperar la idea de la continuidad del vínculo después de la muerte tal y como los niños nos enseñan.
- Considerar a los niños como nuestros maestros y su sabiduría natural.
- Recuperar la idea de una comunidad afectiva que nos contenga en los momentos de muerte y duelo. Ser una piña.
- Validar los rituales de despedida y de bienvenida